Ansiedad!!! Ansiedad!!! Ansiedad!!!!

Como un buen guión de los hermanos Marx podríamos denominar el choque de hoy en el Carranza. Escenario idílico de la última gran hazaña azul, que en el día de hoy parecía ser el lugar del defenestramiento del proyecto Hierro. Muchas vueltas se han dado al inicio de temporada y muchas dudas se han generado alrededor del técnico malacitano. Semana de pasión con desastre ante el Reus que debía remontarse cuanto antes.

cad1Hierro continuó dando vigencia a las rotaciones y ensayo un sistema nuevo 4-3-3, que daba acomodó a dos de los puestos mejor cubiertos de la plantilla, el mediocampo y la delantera. La búsqueda de solidez es una de las claves de Hierro, que no busca tanto un esquema a día de hoy, sino la consolidación de unas bases.

El Cádiz alentado por su parroquia, sedienta de venganza, salió apretando. Líneas muy arriba y despliegue físico para ahogar la salida de balón azul. El objetivo cadista se consiguió a medias, si bien hacía renunciar al Oviedo a su juego combinativo, apenas plasmaba las recuperaciones de balón en llegadas claras. Mientras el Oviedo buscaba en largo la presencia ofensiva, balones profundos a Toché y Linares, esperando la irrupción desde segunda línea de Nando, Torró y Rocha.

Fruto de uno de estos balones largos, cuando el Oviedo parecía más agobiado llegó el primer gol del Oviedo. Un córner arrancado en el juego directo servía para que Toché, en escorzo, remachase en boca de gol un perfecto remate de cabeza de Hector Verdés.

Este gol cambio la inercia del partido, el Oviedo no mejoró en cuanto a cantidad de posesión, pero si en la calidad de ella.

El Cádiz buscaba hacer daño a un Oviedo muy sólido, pero apenas inquietaba. Hasta que siete minutos después del primer gol, llegaba el segundo en una contra perfecta en la que Toché servía un centro magistral, que Linares remachaba adelantandose a los centrales amarillos.

Ahí acabó el partido. La contienda se libró en dos breves asaltos, que resolvió el Oviedo por KO. Hasta el descanso el Cádiz fue un quiero y no puedo, mientras los de Hierro se atrincheraban en su terreno de juego dejando que los gaditanos cayeran fruto de su frustración.

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Tras el descanso los de Hierro leyeron muy bien el partido y desactivaron la salida del Cádiz negandoles el balón. El Oviedo salió mandón y en esa salida acabó con el partido. Perdonó tal vez una victoria aún mas amplia por la impresición en algunos momentos. Pero la victoria nunca iba a peligrar. La lesión de Garrido acabo de maniatar a los cadistas, que con los cambios hechos, apelo a la épica del gol del cojo. Las expulsiones de Erice y Silvestre, acabaron de poner la pintura gris sobre un partido que desde el gol de Linares, estuvo totalmente decantado.

Las conclusiones son positivas. Si bien aún no vemos un despliegue completo del proyecto Hierro, si vemos la solidez que debe ser su esqueleto. Las individualidades de los nuevos y brillantes Torró y Nando, el despliegue de un magnífico Toché y el renacer de un Linares que aportará lo necesario para que el proyecto llegue a buen fin. Deben vencerse pues las puntas de ansiedad y buscar la consolidación de un proyecto que apunta hacía cotas muy altas.

Cádiz C.F: Cifuentes; Carpio, Aridane, Servando, Brian; Salvi, Eddy, Garrido, Álvaro García; Abel y Ortuño.

Aitor por Salvi, min. 46

Nico H. por Abel, min. 46

Güiza por Brian, min. 57

Real Oviedo: Juan Carlos; Fernández, Héctor Verdés, Óscar Gil, Peña; David Rocha, Jon Erice, Lucas Torró; Linares, Toché y Nando.

Michu x Toché, min. 66

Christian Fernández x Peña, min.43

Susaeta x Nando, min. 71

Goles: 0-1, minuto 15: Toché; 0-2, minuto 21: Linares

Árbitro: Pulido Santana, del Comité canario. Mostró tarjetas amarillas a los visitantes David Rocha, Verdés, Christian Fernández y Fernández, y expulsó con roja directa a Jon Erice a los 81 minutos y al local Eddy a los 83.

Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada disputado en el Ramón de Carranza, ante unos 20.000 espectadores. En la grada algo más de un centenar de seguidores azules, entre ellos una representación del Grupo Symmachiarii. Se guardó un minuto de silencio en memoria del ex jugador del Cádiz Joaquín Tejedor, fallecido recientemente.