Textos publicados en los libros “Un derbi solidario”.
Lo que yo no sabía era que esa tarde iba a cambiar mi vida. O al menos la mitad.
Nacho, papá y yo habíamos bajado a Santianes, donde llevábamos todo el día arreglando los problemas del mundo y de las vacas, que viene a ser lo mismo, al calor del pan moreno y las morcillas infinitas de los de Casa Rosa.