Real Oviedo:Esteban; Peña, Bautista, David Fernández, Nacho López; Susaeta, Edu Bedia (Cristian Rivera, m. 56) , Erice, Valle; Toché (Cervero, m. 79) y Kone.

C.D. Alavés:Pacheco; Carpio, Raúl C., Laguardia, Juli (Einar, m. 90) , Pacheco (Dani E, m. 72), Barreiro, Mora, Pelegrín, Toquero (Guichón, m. 79) y Manu.

Magnífico espectáculo el vivido por un Tartiere lleno a reventar, que llevo a su equipo en volandas contra el líder de la categoría. Un líder que demostró el porqué ostenta esa posición, y que tuvo en el incombustible Toquero a su mejor hombre.

rov_ala_1El Real Oviedo mereció más porque jugó mejor. Así de simple. Movió el balón, fue intenso, utilizó las bandas, en resumen, hizo lo que siempre se le pide hacer. Pero, a diferencia de otras tardes, a sus figuras les faltó una pizca de suerte. Ni Susaeta fue el mejor Susaeta, ni Bedia fue el metrónomo acostumbrado, ni Koné estuvo tan fino como suele, ni, en fin, Toché tuvo el olfato que tiene. Y sin embargo fue mejor.

El partido empezó con los dos equipos enchufados, luchando cada balón de poder a poder, regalando momentos vibrantes en los que el Oviedo puso cerco a la portería de Pacheco, que agradeció que Koné se dejase un balón atrás cuando le encaraba solo. Pero la fortuna sonreiría rápido, y merecidamente, al Oviedo, que en una primorosa jugada rematada por Borja Valle se adelantaba en el marcador. Mención especial para la ruptura por banda derecha de Nacho López, cuyo control orientado y posterior centro merecieron el reconocimiento de la parroquia local.

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El Alavés notó el golpe, y el Oviedo se creció. Los azules llegaban un segundo antes a todas las jugadas, dominaban la zona ancha del campo, y llevaban peligro por zurda y diestra, pero ninguno de sus delanteros lograron materializar sus ocasiones.

En las postrimerías de la primera mitad el Glorioso logró desactivar la fogosidad azul, y tuvo sus mejores opciones, aunque un milagroso Nacho López desbarató en la misma línea de gol un centro chut de Dani Pacheco.

El descanso le sentó mal a los azules, que vieron como el Alavés les superaba claramente, e igualaba el marcador con un gran gol de Toquero. El Oviedo no supo reaccionar, y el Alavés puso en serios aprietos al conjunto asturiano, con varias llegadas de peligro que, sin embargo no supo materializar.

Poco a poco el partido volvió a decantarse del lado azul. Egea movió el banquillo y retiró a Edu Bedia, agotado por el esfuerzo, para dar el mando del centro del campo a Cristian Rivera, dotando de mayor equilibrio a la zona media carbayona. Y el equipo mejoró.

El Oviedo volvía a tener intensidad, y era capaz de ganar la espalda a la defensa vitoriana con balones directos que encontraban a Valle, Koné y Susaeta desmarcados. El Alavés sufría sin balón, y veía como los azules se hacían merecedores del segundo gol. Y casi lo consiguen cuando un maravilloso pase en largo de Erice llegaba a Néstor Susaeta que veía como su finalización se encontraba con la pierna derecha de Pacheco, excepcional en la respuesta.

El Oviedo no bajó los brazos, y siguió buscando con ahínco la meta vitoriana. El Alavés por su parte, comenzó a bajar el ritmo del partido, dando por bueno el punto.

Sudó el líder para mantener el tipo ante las acometidas de Valle, Cervero y Susaeta, pero lograba, finalmente, llevarse las tablas a Vitoria.

Orgullo local por el enorme partido de su equipo, que presenta credenciales de candidato con una serie de ocho partidos puntuando contra equipos de buen nivel.

PROGRESA ADECUADAMENTE: El Oviedo en su conjunto. Los de Egea se ganan, por derecho propio, la confianza de sus seguidores. Bautista, pese a no ser habitual, firmó un meritorio partido en la zaga local. Diego Cervero jugó sus mejores minutos de la temporada.

NECESITA MEJORAR: El equipo sigue teniendo momentos de «despiste» que paga demasiado caros.